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Lejos, muy lejos en el tiempo y espacio filosófico de aquel “To be or not to be” del Hamlet shakesperiano el director y dramaturgo José María Muscari plantea otra duda no tan ¿existencial? : Estar o no estar en esa vorágine virtual digitalizada a quien le entregamos nuestra individualidad para convertirnos en una entidad volátil y voluble, engendro frankesteniano hecho con trozos de lo que somos o quisiéramos ser y cosidas con un hilo encerado e histérico de nuestras fobias, obsesiones y perversiones varias…

Desde la escena una pantalla de PC domina todo: grande y perversa abre sus ventanas y muestra su galería de personajes, en esa red social de nombre tan pelotudo (genial visión de Osvaldo Guidi) mientras suena ingenioso y pegadizo el tema leit motiv de la obra (Facebook de mierda)

Las siete “Stars” de la noche, (Valeria Britos, Federico Ayos, Señorita Lee, Mariana Brey, Jezabel Yacuzzi, Osvaldo Guidi y Luis Bremer) aparecen glamorosamente de a uno, mostrándose y mostrando sus pergaminos, justificando porqué se consideran Stars…con algunos premios y logros actorales de ayer y hoy.

Su alto perfil queda expuesto así, en elaborada pose; son ellos mismos en un casting hacia el público, a quien se dirigen permanentemente, a quien intentan seducir para lograr lo que todo mediático anhela más nada: ser reconocido, ser señalado…. “¡Ahí está! La secretaria coreana de Larrea… ¿Te acordás? O bien dos décadas más acá: Che, ¿Ese no es el chaboncito que labura con la Canosa? Todo acompañado con gran despliegue audiovisual, luces, vestuario, música, danza y más imágenes que se suceden, al tiempo que nos advierten lo que la red social puede hacer de nuestras vidas… o nuestra muerte; porque ahí, en ese espacio virtual podríamos seguir “vivos” for ever…

No hay casi intercambios entre ellos, apenas algún comentario deslizado con algo de desprecio, porque cada uno y cada una quieren ser los elegidos… consagrados e iluminados por el efímero flash de la fama que ya todos saben que “es puro cuento” pero allí en Feizbuk podremos perdurar únicos y hermosos, mientras sumamos amigos y más amigos aunque sigamos en verdad solos y deprimidos.

Esta y otras paradojas conviven en el universo feizbukiano, que Muscari retrata con originalidad y no sin cierta ambición ya que hay un mandato intrínseco que nos sugiere ver las otras seis versiones (para pescar un poco más…digo) - hábil estrategia marketinera de ofrecer descuentos al final de la obra y bueno… después se verá si se cumple o no el dicho de la abuela: “para muestra sobra un botón…

Estar o no implica ser Star a tu manera y vivir tu vida como puedas en lo que se siente en la carne y el alma o acercarte a feizbukear y armá tú combo de cajita feliz y después a no deprimirse…porque mira que necesitamos del otro para estar….si no: ¿para quién hacemos tantos perfiles?