feizbuk

La noche pasada, tuve una pesadilla...

Día de estreno de Feizbuk Tours.

El teatro, nada que ver con el Konex, estamos más bien en el teatro Colón (restaurado, obvio).

Nosotros 7 en el escenario. En el público, están mis padres (situación muy poco probable ya que les cuesta usar su auto para hacer 15 km), Maradona (!), La Canosa (!!)y Mirta Legrand (!!!).

Tengo que decir mi texto y no me acuerdo de nada. Nada. NADA. Miro al público. Empiezo a transpirar mal, miro a mis compañeros de elenco que me miran pero no me ayudan. Y que parecen decirme “pelotudo, por tu culpa, nuestra obra es una cagada. Por TU culpa”.

Tengo ganas de llorar. Termina el primer acto. Se sube al escenario Muscari (saltando de una al escenario como lo suele hacer durante los ensayos), furioso y nos dice “si sigue así el segundo acto los echo a todos!!!”. Todo eso frente al público, que empieza a cagarse de la risa por lo patético de la situación.

Empezamos el segundo acto, y ahí pasa lo mismo. Nadie se acuerda de su letra. Y desde la sala, esta Leo, Baby Freak, sentado en el público, que se hace el canchero y que nos grita los textos “de todos” como para decirnos, nosotros los Freaks lo sabemos nuestro texto.

Y ahí, ya fue insoportable la angustia y me desperté.

Estoy en una camita pequeñita, en una cabaña perdida en el norte de la provincia de Córdoba. Al lado mío, escucho el ronco tranquilo de un compañero.

Lo que recién soñé, no pasó. No pasó. No pasó. Y es una sensación hermosa.